¡Qué hermoso día!
¡Qué hermoso despertar!
Siento al mundo cantar
y muchas palabras de amor
dedicadas a la mujer que nos dio la vida.
Hermosas flores cantan sus nombres
y besos cariñosos dan a las madres.
Lágrimas queman mis mejillas,
la envidia me hiere, me reclama…
¿Por qué no puedo entregarte mi amor?
¿Dónde dejo mis eternas flores?
¿Cuándo mis dulces besos te llegarán?
Y mis brazos ¿Algún día te abrazarán?
¿Por qué los sueños no existen para mí?
Te busco en mis noches, pero son muy oscuras.
Hoy y siempre, sin pensarlo, te perdono.
Me abandonaste un día cualquiera
en un rincón frío y oscuro;
te alejaste sin querer mirarme,
escondiéndote tras los muros.
Es el Día de la Madre, tu día también;
todos dan amor, honran a su madre.
Te mando lágrimas y mis suspiros
envueltos en mis eternos ruegos.
Díme: ¿Me buscarás ahora?
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